El actual convenio sanitario entre Castilla-La Mancha y Madrid es perjudicial para los castellanomanchegos y debería anularse.
Es incomprensible como en un principio la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha se opusiera contundéntemente al convenio, y ahora tan solo hable de modificaciones.
Izquierda Unida de Toledo lamenta que el Consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Luis Ruiz Molina, ahora se retracte de la postura que el PSOE había venido defendiendo hasta ahora sobre el convenio sanitario entre Castilla-La Mancha y Madrid, y en vez de denunciarlo, ahora hable de modificarlo.
Este nuevo criterio de Ruiz Molina demuestra la falta de voluntad por establecer unos razonamientos que asienten un servicio sanitario que tenga como principal objetivo el mejor servicio prestado a los castellanomanchegos, a la vez que se huye de modelos sanitarios de corte mercantilista en vez de uno de derecho público y social.
La relación entre regiones, en este caso la nuestra y la de Madrid, en la prestación de atención médica, no debería basarse en convenios que lo único que persiguen es la viabilidad de sociedades privadas y el condicionamiento del uso del servicio por parte de los pacientes, para la mejor optimización de los beneficios, convirtiendo a dicho pacientes en clientes y el propio convenio en un contrato.
Más allá de algunas cuestiones, a todas luces abusivas e interesadas, del texto del Convenio que perjudican gravemente no solo a la cuestión económica, sino a la de la propia prestación del servicio, Izquierda Unida entiende que los servicios de salud de las comunidades autónomas son vertebradores de cada una de ellas, mientras que el Servicio Nacional de Salud lo es del Estado.
Por eso Izquierda Unida defiende la potenciación del uso de los Fondos de Cohesión Sanitaria para no quebrantar el Sistema ni levantar fronteras o crear desigualdades donde sólo se acepta un trato integrador e inclusivo.
Un modelo de solidaridad estatal, donde el criterio de igualdad de prestación de servicios esté asegurado.
Esperamos y exigimos que la Consejería de Sanidad sea rotunda en la aplicación de su propuesta electoral y que ha venido manteniendo hasta ahora, y contundente por tanto en la aplicación de políticas que tengan un servicio 100% público.
De hecho es contradictorio como el Grupo Socialista en la Diputación de Toledo votara en contra de la moción presentada por el PP a favor del mantenimiento del convenio, y ahora el también “socialista” Ruiz Molina venga a mantener y sustentar dicho convenio.
Para Izquierda Unida lo importante es la negociación de un convenio nuevo que no genere diferencias sociales, déficits económicos añadidos, ni beneficios a empresas privadas o privatizables, a la vez que este nuevo convenio esté financiado con los fondos de cohesión sanitaria con nuevas partidas presupuestarias para dar respuestas a este fondo.
Por último, Izquierda Unida ha remarcado de la importancia de la toma de medidas económicas y humanas en los centros de especialidades de Ocaña e Illescas, para que estos puedan retornar a su actividad y asegurar la cobertura suficiente a los toledanos y toledanas de la zona norte de la provincia.
Imagen de: eldiario.es/clm
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