Izquierda Unida apoya las reivindicaciones de los trabajadores de Gesmat.

IU se reúne con los representantes de CCOO en la empresa que gestiona el servicio privatizado de recogida de basuras en la provincia de Toledo.

Trabajadores Gesmat reunión Jorge

Izquierda Unida ha manifestado su apoyo a la lucha sindical que los trabajadores de Gesmat: empresa participada en un 52% por Cespa (Ferrovial) y en un 48% por la Diputación Provincial de Toledo, están llevando a cabo para recuperar sus derechos laborales, y actualizarlos a las necesidades de dichos trabajadores.

Por parte de Izquierda Unida, el Diputado Provincial, Jorge Vega, ha estado acompañado del Coordinador Provincial de IU en Toledo, Mario García, y de Txema Fernández, Responsable de Acción Política de IU CLM, así como de Olga Ávalos, Responsable de Conflicto Social, también de IU CLM. Mientras que por parte de CCOO, han estado el Presidente del Comité de Empresa de Gesmat, Juan Carlos Montoya y Joaquín Fuentes, de los servicios jurídicos del sindicato.

Tanto Montoya como Fuentes han dado a conocer el conflicto laboral que se cierne sobre los 400 trabajadores de Gesmat, y que repercute no solo en las condiciones económicas de estos, sino en cuestiones de seguridad y salubridad; una condiciones que viene en detrimento desde años atrás, y que desde IU consideran de necesaria y urgente solución y reparación.

En referencia a esto, Jorge Vega ha manifestado: “Es inadmisible que la Diputación de Toledo sea parte del problema. Esta, como institución pública debería ser parte de la solución en la resolución del conflicto, siendo garante de que se respeten y cumplan los derechos de los trabajadores; por eso esperamos que sea consecuente y responsable en la toma de decisiones respecto a este asunto”.

Por su parte, Mario García se expresaba de la siguiente forma: “Comparto el deseo de Jorge Vega respecto al papel que debiera jugar la Diputación Provincial en este conflicto laboral, pero me temo que esta no va encaminada a ser parte de la solución, sino todo lo contrario, ya que no ha empezado con muy buen pie, al posicionarse de manera clara del lado de los intereses de Gesmat en vez de los trabajadores, al firmar el Presidente del Consorcio de Servicios Públicos Medioambientales, Tomás Villarrubia (PSOE), un decreto estableciendo los servicios mínimos para la huelga que dará comienzo el día 2 de enero, en un 80% en los servicios más relevantes, llegando en otros al 100%, y continuaba: “Quizás el decreto que fue publicado el martes 27, tenía la intención de ser una broma para el día siguiente, Día de los Santos Inocentes, pero a Izquierda Unida, como a los propios trabajadores no nos hace ninguna gracia, y si que despierta en ambos un sentimiento de desprecio y falta de respeto por parte del diputado del PSOE, no solo a los trabajadores, sino a los más básicos derechos constitucionales, como es el derecho a la huelga”.

 

Y es que en Izquierda Unida recuerdan que si los pueblos amanecen con contenedores llenos de basuras por la no recogida de esta por parte de Gesmat, será responsabilidad de esta empresa y no de otros. Una responsabilidad que surge por no atender las justas y legítimas reivindicaciones de los trabajadores de Gesmat, los cuales han tenido en toda ocasión un carácter negociador y un deseo de llegar a un acuerdo para no tener que llegar a la huelga.

Para finalizar, Txema Fernández ha puesto el acento en las contrariedades que surgen, así como en la reducción en la calidad del servicio prestado como en las condiciones laborales, con una prestación del servicio de recogida de basuras privatizado.

Para Fernández, el desperdicio que se hace de capital público con una gestión público-privada, como es el caso de Gesmat, es una pérdida de oportunidades infinitas que podrían ser invertidas en una mejora constante, no solo de la prestación del servicio de recogida de basuras y de las condiciones laborales, sino de la propia mejora del tratamiento medioambiental y por tanto del cuidado del mundo donde vivimos.

Txema Fernández: “Al final, el principal beneficiado de una gestión no pública, es una empresa privada que no tiene otro objetivo que su enriquecimiento a toda costa. Un enriquecimiento que en ningún caso se ve condicionado por los intereses de la mayoría: la ciudadanía, o de los trabajadores, sino todo lo contrario; el interés que persigue es la obtención del máximo beneficio de sus socios capitalistas”.

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