Intervención de Mario García en el Homenaje a las Victimas del Holocausto.
En mayo hará 72 años que fue liberado el campo de concentración de Mauthausen, allí donde fueron a parar la mayoría de los españoles republicanos que cayeron presos por los nazis. 7.300 españoles de los cuales murieron 5.000.
El 5 de mayo de 1945, las banderas nazis habían sido sustituidas por la “Tricolor” republicana, y a las puertas del campo se desplegó una pancarta que decía: «Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas libertadoras».
Quiero imaginar que ese día, esos hombres volvieron a sonreír y tener una pizca de esperanza.
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, y creo que es verdad. Porque veréis, la esperanza de alcanzar aquellos objetivos por los que murieron tantos izquierdistas en los campos nazis, persiste hoy en día en aquellos hombres y mujeres que creemos que la lucha organizada de las clases populares y trabajadoras, es la mejor herramienta para que los derechos humanos sean una realidad en nuestro mundo.
Y esa esperanza ha estado siempre viva durante 80 años a lo largo del “hilo rojo de la historia”. Y lo ha estado en cada hombre y mujer que ha dado una parte de su vida, a veces la vida entera, por la defensa de la igualdad, la justicia y la libertad.
Hombres y mujeres represaliados por el Franquismo no solo durante la Guerra Civil, también durante la Dictadura, como Miguel Hernández o Julián Grimau.
Entre 1940 y 1945 murieron 5.000 españoles en Mauthausen, pero en España se cifran en más de 150.000 los asesinados durante el Franquismo. Víctimas a las que habría que sumar a aquellas que fueron objeto de esclavitud, torturas, violación, discriminación o deportación.
Pues bien, a fecha de hoy, España tiene el miserable honor de ser el segundo país del mundo en número de desaparecidos, y el más miserable honor de ser el perfecto modelo de impunidad por delitos de lesa humanidad. Hasta 5 veces ha sido denunciado nuestro país por Naciones Unidas.
El Franquismo cometió todos y cada uno de los puntos recogidos en la Carta de Londres, que serviría para juzgar a los nazis en los juicios de Nuremberg. Pero, aun así, el Franquismo y sus responsables no han sido juzgados por la Justicia Española ni internacional.
Y no lo han sido porque ni ha existido ni existe voluntad real del Régimen emanado en el 78 de cumplir los principios de VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN.
Pues bien, este ejemplo de impunidad, y el hecho de que el Capitalismo avance voraz y con paso firme, hace que el hijo de este, el Fascismo, pueda convertirse en una realidad que una mañana llame a nuestras puertas. En Europa ya hay signos preocupantes…en España nunca se fue.
Por eso, hoy, para no estar condenados a repetir la historia, para afrontar el presente y futuro, mantengamos viva la memoria de los héroes izquierdistas que dieron su vida por la Democracia a través del hilo rojo de la historia.
HONOR Y GLORIA A LAS VICTIMAS DEL FASCISMO Y NAZISMO.
Salud.
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